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miércoles, 14 de abril de 2010

Cariño, ni contigo ni sin ti... (y otras historias de la crisis).



Una frase del gran Woody Allen dice que "el dinero no da la felicidad, pero produce una sensación tan parecida que necesitaría un especialista para verificar la diferencia".
En los tiempos que corren, decir que "el dinero no da la felicidad", a la inmensa mayoría, les puede parecer hasta obsceno, dependiendo de las situaciones personales de cada uno.
Y para mas inri, como queriendo demostrar cuan de cierto es este dicho, nos encontramos infinidad de ejemplos todos los días, en cualquier momento y lugar.
Leo con curiosidad y por otra parte, cierto desasosiego, una noticia en 20minutos.es, en la que vemos que la crisis económica, (si, esa que nos cogió de la mano hace ya para tres años y parece que nos acompaña desde hace 20 (minutos no, años nuevamente) y lo que te rondaré morena, por que no atisbamos cuando nos soltará), está afectando de manera muy directa a las separaciones, rupturas y divorcios de las parejas españolas, que son unas cuantas (que se quieren separar, me refiero, parejas ya sé que hay muchas).
Partimos de la base de que para cada caso una razón distinta y entre éstas (por supuesto) la crisis económica que todos atravesamos (nada, que no me suelta).
Pero es tal la magnitud de ésta que no se conforma con dificultar las relaciones sino que, rizando el rizo, obliga a casados y no casados (al fin y al cabo, casi nos unimos tanto a la hipoteca como a nuestros respectivos/as) a tener que soportarse mutuamente de manera indefinida (quien cogiera hoy día un contrato de trabajo de éstos) ante la imposibilidad de salir adelante de manera individual. (Hipoteca, contigo si que es hasta que la muerte nos separe... o casi).


Debe de ser complicado (lo cambio por horrible) tener que vivir con alguien a quien no quieres obligado (encima) y que además, la razón sea la falta de liquidez. (Dios, creo que empiezo a sentirme mal).
Es éste un claro ejemplo de una crisis, la económica, que no sólo afecta, sino que incrementa otras crisis, en este caso, las matrimoniales y de pareja. Con lo que llegamos a la conclusión de que es cierto aquello de que "las crisis ni se crean ni se destruyen, tan sólo se transforman", (creo que era así).

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Aun con todo, según 20minutos. es, y para ¿alegría? de estas apuradas parejas, "todavía se produce una ruptura legal cada poco más de media hora". No puedo imaginar cuantas separaciones se producían antes de llegar esta crisis (la cual, por cierto, sigue sin soltarme).
Resulta un tanto angustioso pensar que quien llevó a buen puerto su separación pueda encontrar un cierto respiro en que el asunto pudo haber sido peor. Pero en fin, son los tiempos que nos ha tocado vivir.
Yo, mientras tanto, voy a ver si me quito de encima la otra crisis, que cada día aprieta más y empieza a hacer daño, no vaya a ser que la dé por transformarse.

7 comentarios:

  1. Bueno, esa ha sido la vida muchas mujeres de generaciones anteriores a la nuestra (no muy lejanas). Que han tenido, y algunas han querido, verse sometidas a una vida desgraciada con un marido al que no querían (como poco), por no verse capaces de sobrevivir por sí mismas por razones económicas unas, y sociales otras. Afortunadamente los tiempos cambian.

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  2. Cierto. Pero una vez superado ese escollo, hoy el problema, y es de lo que hablo en la entrada, es que parejas que están decididas a seguir cada uno con su vida, no pueden hacerlo porque no tienen suficiente solvencia económica como para plantearse una vida en solitario. El dato lo tienes en el enlace. Gracias por el comentario Leire!!!

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  3. Os voy a contar dos historias que me han sucedido sobre separaciones, a modo de curiosidades...
    Yo hace muy pocos dias me he llevado dos grandes sorpresas en cuanto a rupturas... pero desconozco si el motivo es por la crisis económica. Hace poco escribí un e-mail a un excompañero de mi empresa anterior para saber de su vida y me responde que esta en tramites de divorcio. Este excompañero se casó el mismo año que yo y parecian aun en la edad de enamoramiento, vivian cada momento como si de dos adolescentes enamorados se tratase. Y para mas inri, este mismo domingo tengo un casi-enfrentamiento con un vecino conocido de mi planta superior... me lo encuentro en la calle a la hora de comer y sin comerlo ni beberlo me cuenta que el sabado se habia divorciado. Yo no lo creí porque la semana anterior hablé con su mujer y no se la veía disgustada. En fin, que venia de celebrarlo o de ahogar sus penas, porque llevaba una cogorza que le llevó a mantener dos tipos de conversaciones: uno de vecino colega y otra de no escuchar mis respuestas y querer bronca. Por supuesto, yo me di a la fuga (causada por la situacion tan violenta).

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  4. Respecto al primer caso, pienso (luego escribo) que hoy día los adolescentes van de amor en amor cual abeja va de flor en flor. Por lo cual, esa separación ¿podía ser previsible?.
    Del segundo caso sólo puedo decirte que los colegas están para lo bueno y para lo malo y como tal, tu vecino "colega" compartió contigo las dos caras de su situación. No se lo tengas en cuenta y otro día vuelve a preguntarle.
    Un abrazo Carlos.

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  5. Es triste eso de vivir obligado por las circunstancias económicas con la que es tu pareja y de la que no quieres que lo siga siendo... Lo mejor es llegar a un acuerdo cordial, que cada cual respete la vida del otro, y compartan piso como si fueran universitarios... ¬¬

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  6. Mª Carmen, totalmente de acuerdo contigo. Aunque la realidad se empeñe en demostrar lo contrario.

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  7. No es todo así de fácil, conozco cientos de casos de mujeres , que están aguantando situaciones de soledad increíbles, que las hace sentirse impotentes, claro que intentan separarse, intentan insertarse en el mercado laboral, pero cuando ya pasas la cincuentena, es como si no existieras , como si no contarás , más que para callar y aguantar como lo has echo hasta ahora, ni siquiera las propias mujeres somos solidarias con nosotras mismas y hablo de mujeres que tienen negocios y a las que les pides trabajo, y se lo dan a una jovencita porque, tu ya estas mayor, triste pero es así..Mujeres que se quedan sin nada,muchas dejaron sus puestos de trabajo, para atender a su familia y después de 30 años, en que su vida se desmorona, no tienen nada, ni ayudas del estado, ni ayudas de reinserción laboral,son las grandes ignoradas y son millones .Tanta ayuda a los Países subdesarrollados y aquí , hay mujeres viviendo como pueden sin derechos de ningún tipo, encima la ley no les reconoce ni siquiera, años dedicados a su familia..Después todos nos extrañamos de los casos de violencia de genero, y muertes.Trabajo y dignidad para salir del entorno que las esclaviza y menos burocracia hipócrita e inútil que solo sirve para dañar más una situación, la de las mujeres que lo han dado todo por su familia, y ahora se ven solas y abandonadas por la indiferencia de políticos , jueces, periodistas, instituciones y empresas..

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