En la vida , como en el deporte, de las derrotas tambien se aprende. Madrid, una vez mas, ha caido y sin duda, otra vez mas volverá a levantarse.
Porque en la vida, como en el deporte, hay una máxima que cumplir: no rendirse nunca y luchar por un sueño.

Como ya sucedió en Beijing, con Rio de Janeiro se ha priorizado mas otros aspectos que el estrictamente deportivo. Brasil, actualmente la octava potencia económica mundial, es quizas el pais emergente mas importante y unos JJ.OO han vuelto a utilizarse, repito, como ya pasó en China, como una impresionante palanca que servirá para hacer ver que algo está cambiando en el mundo, que ya no sólo basta que el presidente de EE.UU coja un avión para hacer cambiar de opinión a nadie.

Madrid tenía ilusión y el proyecto más fuerte, serio y palpable, porque ya estaba ahí, que ninguna otra candidatura. La clase política en todo su conjunto, instituciones y todos los españoles han trabajado y apoyado para llegar hasta estos Juegos que finalmente se fueron a Brasil.
En los anteriores JJ.OO, quedamos por delante de Moscú y Nueva York, empatando con París, para quedar terceros por un voto erróneo que nunca debió de aparecer.
En éstos, hemos quedado por delante de Chicago y Tokyo, para quedar finalmente segundos.

Madrid debería seguir siendo fiel a su competitividad y no rendirse ahora que la meta estaba tan cerca. Seguro que Madrid no nos va a defraudar y volverá a presentar su candidatura por tercera vez.
Nunca antes nadie había lo había intentado con tanta perseverancia ni con tanta responsabilidad.
Nos deben unos Juegos y despues de esta caida, volveremos a levantarnos.
Es la esencia de las Olimpiadas y Madrid la tiene marcada a fuego.
Y como me trae muy buenos recuerdos, terminaré con una palabra que invita, cuando menos, al optimismo. PODEMOS.